martes, 18 de marzo de 2014

En un acto de Rebeldía

EN UN ACTO DE REBELDÍA

Soy una persona desesperada, de esas que desencadenan cosas que van mas allá de la ordinario, es increíble llegar al punto de saber definir con cierto grado de orgullo el como es uno, como persona, como rebelde, esta vez con una causa.

Estaría mintiéndole a mis antecedentes que es lo que quiero y seguiré queriendo, si lo antecedentes, esos que uno labra con el pasar del tiempo, las vivencias, las caídas y pare de contar la serie de acontecimientos que te marca el destino en el pecho. 

Esta vez, hablo del amor, ¡De esa vaina!, ¡QUE VAINA!, si, uno se altera a un punto que uno lo compara con la Lechina o la Viruela, que pasas todas las noches que es cuando mas pega la nostalgia rascándote la cabeza, la espalda, se te comprime el pecho, se te hace un hueco en el estomago y es por el hambre, pero no de esa de estar frente a una mesa con un pabellón, es de esos cuando vos te quéres servir a la mujer de tu vida en la cama, en el supermercado, en un Restauran al este de la ciudad o lo que es mejor, vivir por ella  y para ella, esa hambre, tan rebelde con causa. 

Esta vez hablaba de la noche, pero tengo que enfocarme en el día, desde la dura angustia de levantarse con los ánimos por el piso, bañarse, cepillarse, siempre en la misma posición con la mirada perdida en alguna parte de tu cara, rasurarte la barba de un día para otro que en esta situación uno pareciera un naufrago, luego la travesía para ir al trabajo, el congestionamiento de los vehículos, la atorrancia de sus cornetas, como si en esta vida la gente se montara en sus vehículos solo para llevarse la vida por delante con un caron que se los lleva la puta madre, Créanme lo he notado. La parada, el bus que te lleva al trabajo que en vez de ir a ese infierno preferiría agarrar las riendas y irme en el a tu lado, a donde estés,  pero para rematar el universo confabula a ponerte de frente dos parejas mañaneras, esas que aprovechan el trayecto para ponerse al día de los quehaceres que tienen que hacer en su casa una vez terminada su jornada laboral, aquí es donde vuelve el sentimiento de preguntarse... ¿Cuando estaré en esa situación? Contigo. 

Esta vez no llevo comida al jobs, creo que estoy lleno de todo menos amor, el apetito ha desaparecido, inclusive me he visto en la obligación de comer así sin apetito, es asqueroso, se te revuelve la comida y los sentimientos en el estomago, terminas vomitando perdiendo el dinero, las comida, las ganas y solo quedas viendo el hilo de baba que te guinda del labio inferior y el desastre que he hecho en el piso y el perrero viéndome con cara de extrañado. 

De regreso de hacer el desastre épico que he desencadenado viene la mente a reconstruirte el estomago y el esófago, en el progreso ya no piensas en el desastre, seguís pensando en ella, caminas de un lado para otro con la mano en el estomago, jalandote la camisa para que presione el pecho, rascándote el cabello una y otra vez así no este desordenado o mal peinado, creo que a eso le llaman Frustración, llegas al punto que te enfrentas a una pared y a medida que subís la mirada para ver la altura de ella mas grande se te hace frente tus ojos, volteas a los lados para ver si encontraras una escalera y lo encuentras es esa ¡MIERDA!, si como no decirle ¡MIERDA! a un cartel que te dice - ¡TE JODISTE! -  "Vaya mierda, se ira a joder la madre del Carajo que ha puesto semejante mentira en esta mierda, para mis cojones, subiré la pared" 

Uno a veces hace test de autoengañarse para saber como estrellarse con la pared, pero que va ese test no va conmigo esta vez, me canse de estar estrellandome con la pared, ver el puto cartel, mejor subo la pared busco al hijo de puta que tuvo la osadía de colocarme eso en la conciencia y finalmente iré a mi propósito, ir a ver si valió la pena arriesgarse o no, sin importar cual sea el resultado, uno tiene que vivir la vida pensando en las cosas Positivas y Negativas que esta te brinda. 

-"Ok Arturo, llegas, te presentas, preguntas y te vas" - ¿Si pendejo y si te dice que ya no hay nada que buscar acá? - Espera espera - No le creas a este pendejo, por eso que te pasan las cosas, regresate a leer el cartel -   "Ustedes, demonios míos, en estos momentos y en otros cuando joden más, jamás creí que estuviesen mas equivocado que yo, ¡Váyanse a la mierda!"  Se acerca uno de ellos a decirme con cara de arrepentido y arrecho a la vez,  - Ve Cojonudo, ya estoy cansado de repetirte este peo todos los dias de tu santísima vida, pero si algo he visto en ti, que eres Rebelde, de esos que no se pueden controlar con palabritas y coñazo, me ha costado 23 años y unos cuantos dias construirte la pared, y el otro tarado por allá ha escrito el cartel, y aún así, ¿Quieres hacer esto? -  "Como no lo voy hacer, si par de joyas tengo de ejemplo, parecen en vez de demonios, dos brujas solteras jodiéndome la existencia" (Se levanta el otro con voz furiosa)  - BRUJAS SON LAS QUE TE ENCUENTRAS TU .- "Vete a la mierda! anda a mirarte a un espejo, que lo mas cercano a una relación es la verruga que tenes en la nariz, y ahí estas, quedaste para desanimarle la vida a uno con Carteles, por que vos ni sos feliz ni dejas ser feliz a los demás".

Cuando tuve ese sueño caí en la conclusión que uno definitivamente tiene que buscar la manera de enfrentarse con sus demonios, ser un rebelde por lo que se quiere, es entretenido te enseña mucho. 

Entonces, caigo en la autopista de la decisión, las indecisiones son para cobardes, me he propuesto recuperar lo perdido en un acto de rebeldía. 


2 comentarios:

  1. Me gustó y más el párrafo cinco, tenía esa misma situación y no sabía cómo describirla hasta que di por accidente en tu escrito.

    ResponderEliminar
  2. Ixchel, me alegra mucho que te haya gustado, espero verte mas seguido por acá. Saludos! y muchas gracias por tomarte la molestia de leer!

    ResponderEliminar

Déjame un comentario...